Bajo el título ‘Descubrir, disfrutar y compartir nuestras celebraciones. Cultura popular y diversidad cultural’, la jornada reunió cerca de un centenar de personas, entre técnicos municipales y gestores culturales, en la Torre de la Sagrera de Barcelona.

La actividad contó con la bienvenida institucional de Cristina Sanchis, responsable del Servei de Promoció i Dinamització de la Direcció General de Cultura Popular, Associacionisme i Acció Culturals, quien enmarcó la jornada en el actual proceso de tramitación de la ley de derechos culturales, una norma que tendrá que garantizar el acceso a la participación y disfrute de la vida cultural a toda la ciudadanía sin ningún tipo de discriminación.

Precisamente, el derecho a manifestar y disfrutar del amplio abanico de manifestaciones culturales de una ciudadanía muy diversa y dinámica, como la que vive y convive en Cataluña, fue el eje central de la jornada. A pesar de que en Cataluña cuenta ya con un importante bagaje en la inclusión de la diversidad en las celebraciones y festividades populares, esta inclusión de la diversidad, a menudo, se hace desde la celebración de aquello que es diferente, reduciendo todo el bagaje cultural de un pueblo o una cultura a unos pocos elementos superficiales. Pero principalmente, esta inclusión superficial de la diversidad esconde y no cuestiona las relaciones desiguales que hay entre las diferentes culturas e identidades presentes en el territorio catalán en cuanto al acceso y participación cultural.

Para plantear el debate, primeramente, tuvieron lugar dos ponencias marco. La primera fue realizada por Marta Rovira, doctora en sociología, profesora asociada del Departamento de Sociología de la UAB y consultora de políticas públicas, quien resaltó el ámbito de la cultura popular como un ámbito en constante transformación donde históricamente se ha producido un conflicto entre diferentes sectores poblacionales y, ahora, uno de estos conflictos de poder se da precisamente en la inclusión de poblaciones muy diversas. En segundo lugar, Ariadna Solé, coordinadora de la Oficina de Asuntos Religiosos, Departamento de Interculturalidad y Pluralismo Religioso del Ayuntamiento de Barcelona, presentó el modelo de intervención del consistorio para incluir y promover la diversidad en la capital catalana.

Seguidamente tuvo lugar la primera mesa de la mañana, ‘Visibilizamos la diversidad cultural’, con el objetivo de reflexionar sobre diferentes mecanismos de participación en la gestión cultural y el papel que pueden jugar los calendarios de celebraciones o los inventarios y catálogos de fiestas y elementos festivos. Las personas encargadas de dinamizar esta conversación fueron Rosa Canela, antropóloga a la Direcció General de Cultura Popular i Associacionisme Cultural, Ane Etxarri, antropóloga en Labrit Patrimonio Cultural, Irene Iglesias, técnica del equipo de Ciudadanía del Área de Acción Social y Ciudadanía del Ayuntamiento de Salt, y Òscar Esteban, director de la Fundació Tot Raval.

A pesar de partir de ejemplos prácticos sobre cómo poner de relieve la diversidad en las programaciones culturales de los municipios y barrios catalanes, con el diálogo establecido se hizo patente la poca visibilidad y la nula centralidad que tienen las manifestaciones culturales consideradas no hegemónicas. Entre las reivindicaciones de la mesa se encontraba la puesta en marcha de procesos participativos donde toda la diversidad poblacional participe de una manera decisoria, en igualdad de condiciones.

Después de la participación del público con preguntas y comentarios, se inició la segunda mesa de debate, ‘Contribuimos, participamos y accedemos a la vida cultural’, con la participación de Silverio Pedrosa, miembro de Sentimiento Cimarrón, Qiang Chen, promotor de la Asociación de artistas Huaxing, Mercedes Gómez, coordinadora de la asociación Lacho Baji Calí, y Mari Drammeh, secretario de Sàgoe.

El objetivo de esta segunda mesa fue conocer de la mano de entidades culturales y representantes de comunidades y pueblos racializados las barreras y oportunidades que tienen para hacer efectivo el derecho a la participación y al disfrute de la vida cultural. Entre los principales obstáculos, los ponentes subrayaron el racismo y los estereotipos que tanto la población como las instituciones todavía manifiestan, así como también la dificultad de reconocimiento y aceptación de otras culturas diferentes a la hegemónica.

Entre los elementos que pueden ayudar a mejorar la convivencia en una sociedad diversa y plural, los ponentes destacaron la necesidad de formación de los gestores y técnicos culturales, de tener acceso a un igual financiamiento, de formar parte de los espacios de decisión o estar más presentes en la vida cultural y a los medios de comunicación.

Por último, tuvo lugar la mesa ‘Revisamos nuestras celebraciones’, que como bien indica el título, tuvo por objetivo reflexionar sobre varias celebraciones y elementos festivos donde se reproducen imaginarios racistas y excluyentes.

La mesa contó con la participación de Iria Vives, socia-trabajadora de la cooperativa Quatre Cantonades, Anna Castellví, coordinadora de la Xarxa de Municipis Indians de Catalunya, Alexis Serrano, director de l’Arxiu Comarcal del Maresme, Mabel Llevat, historiadora del arte e investigadora de la memoria patrimonial colonial, y Maria Lilia Cano, concertista y profesora del conservatorio y escuela de música municipal Victòria dels Àngels de Sant Cugat. En el centro del diálogo estuvieron temas como la capacidad para resignificar celebraciones e imaginarios racistas muy arraigados en la población, y para convertir estas celebraciones en espacios también para la memoria y la reparación cultural.

En resumen, este encuentro organizado por la dirección general de Cultura Popular i Associacionisme Cultural sirvió para reflexionar sobre los retos de las políticas culturales para que las celebraciones populares y tradicionales sean reflejo de la composición de nuestra sociedad y garantía de desempeño de los derechos culturales.